Lavarse las manos a menudo es una de las mejores formas de protegerse ante diversas enfermedades incluyendo el coronavirus.
Especialmente durante los momentos en que existen más probabilidades de contraer y propagar microbios:
- Antes, durante y después de preparar alimentos
- Antes de comer
- Antes y después de cuidar a alguien en su casa que tenga vómitos o diarrea
- Antes y después de tratar una cortadura o una herida
- Después de ir al baño
- Después de cambiar pañales o limpiar a un niño que haya ido al baño
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
- Después de tocar a un animal, alimento para animales o excrementos de animales
- Después de manipular alimentos o golosinas para mascotas
- Después de tocar la basura
En cinco pasos
Para hacerlo, siga siempre los siguientes pasos:
Mójese las manos con agua corriente limpia (tibia o fría), cierre el grifo y enjabónese las manos.
Frótese las manos con el jabón hasta que haga espuma. Frótese la espuma por el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
Restriéguese durante al menos 20 segundos.
Enjuáguese bien las manos con agua corriente limpia.
Séqueselas con una toalla limpia o al aire.
¿Antibacterial?
Si no dispone inmediatamente de agua y jabón, puede usar un antibacterial que contenga al menos un 60 % de alcohol.
La única forma de saber si el desinfectante contiene al menos 60 % de alcohol es leyendo la etiqueta del producto.
Los antibacteriales pueden reducir rápidamente la cantidad de microbios en muchas situaciones. Sin embargo:
- Los desinfectantes no eliminan todos los tipos de microbios.
- Es posible que los desinfectantes de manos no tengan la misma eficacia si las manos están visiblemente sucias o grasosas.