El 12 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que instaba a los países a la consecución de la Cobertura Sanitaria Universal (CSU).
Por eso, este día, los defensores de la CSU alzan sus voces para contar las historias de millones de personas que aún esperan su acceso a la salud; defender lo que hemos logrado hasta el momento; pedir a los dirigentes que realicen inversiones mayores y más acertadas en la esfera de la salud; y alentar a diversos grupos a asumir compromisos que contribuyan a acercar al mundo a la CSU para 2030.
El acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud implican que todas las personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud, adecuados, oportunos, de calidad, determinados a nivel nacional, de acuerdo con las necesidades.
Así como a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez que se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades financieras, en particular los grupos en situación de vulnerabilidad.
El acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud requieren la definición e implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para promover la salud y el bienestar.
El acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud son el fundamento de un sistema de salud equitativo.
La cobertura universal se construye a partir del acceso universal, oportuno, y efectivo, a los servicios.
Sin acceso universal, oportuno y efectivo, la cobertura universal se convierte en una meta inalcanzable.
Ambos constituyen condiciones necesarias para lograr la salud y el bienestar.
Esto requiere:
- El compromiso de transformar los sistemas de salud de la Región, como un esfuerzo concertado para eliminar las barreras de acceso en un 30% como mínimo.
- Requiere además aumentar el gasto público en salud al menos en un 6% del producto interno bruto, e invertir al menos el 30% de estos recursos en el primer nivel de atención.
- Esto catalizará la transformación necesaria para lograr la salud universal y los ODS para el 2030.
¡En el Centro Clínico La Urbina estamos para servirle!