La actividad física es un gran reforzador del sistema inmunológico y además, concatenado, es un gran canalizador del estrés. Por ende, es perfecta para soportar mejor estos días en casa.
Así que hay que tratar de sostener el entrenamiento adentro del hogar mientras dure la cuarentena.
No contar con un equipo doméstico de entrenamiento no puede, ni debe, ser un impedimento para mover el cuerpo y liberar emociones entre la sala, el balcón o el patio.
Aunque, quienes son más aficionados al deporte, o alguna vez los fueron, seguro desempolvarán pesas, mancuernas, discos, y más.
Vamos: acomoda, transforma o adapta un poco tu casa, pero no abandones el ejercicio.
Ojo: se trata de mantener una actitud activa. No hay que enloquecerse tratando de que la rutina que haces en casa dure lo que dura en el gimnasio o en la calle.
Con 20 a 30 minutos, 40 para los más dedicados, cubrimos la dosis diaria necesaria de ejercicio.
Algo importante y que suma mucho es que la rutina la hagan todos los que están en la casa, como una actividad física y lúdica al mismo tiempo.
En esa premisa se combina, además, una propuesta saludable y un momento de conexión con la familia, en especial con los más pequeños, quienes andan inquietos y demandantes durante el encierro.
Recuerda: un poco de transpiración y hormonas de efecto positivo, puede contribuir a una convivencia de forma más llevadera. Incluyendo la convivencia con uno mismo.
Más allá de lo que es estrictamente fisiológico, hay un efecto psicológico muy positivo ¡anímate!